lunes, 20 de enero de 2014

La enseñanza

Hoy en clase hemos estado debatiendo lo que hemos sacado positivo y negativo de nuestros, hasta ahora, años de estudiante. Y todo lo que nos gusta y cambiaríamos.
Pensando en todo este tiempo veo la cantidad de cosas positivas que he sacado, a parte de los conocimientos adquiridos. Me alegra pensar en aquellos profesores que siempre quisieron echarme una mano. Ese profesor del que siempre te acordaras porque no solo te llevas un montón de teoría aprendida sino algo más allá. Se nota cuando un profesor está haciendo lo que le gusta, y cuando en cambio viene simplemente a trabajar, soltarnos el rollo e irse para su casa.
Por todos estos años en los que llevo estudiando creo poder ver que es lo que falla en nuestra enseñanza. Con todo lo comentado en conjunto con la clase encuentro varias cosas que fallan en la educación.
Empiezo con algo fundamental como es el idioma. Hace no mucho leí que somos uno de los países en los que se dan mas horas inglés y ,por el contrario, tenemos un nivel más bajo. En los años en los que yo estudie inglés en el colegio, antes de que empezaran a ser "bilingües", las clases eran muy teóricas y con profesores de dudosa pronunciación. Se supone que al acabar bachiller debemos salir ya con buen nivel de inglés, que aunque en su gran mayoría no es así, si no lo sigues poniendo en práctica acaba olvidándose. A la hora de empezar la universidad solo en algunos grados encontramos la asignatura de inglés. Si quieres formarte de verdad tienes que ir a una academia donde te den titulación y además cueste un dinero. Vamos, que tantos años estudiando inglés desde que tengo uso de razón, para ahora tener que apuntarme a una academia.
Una de las cosas que también falla mucho es que siempre las clases sean tan teóricas. Que sí, que hay que estudiar, pero hay otras formas también de aprender. En la universidad ya hay más clases prácticas, pero cada profesor da una misma asignatura de la manera que quiere y a veces lo que da uno y otro no parece que tenga nada que ver. Y a medida que vas pasando años en la universidad te preguntas para que trabajo te va a servir todo lo que estás aprendiendo, porque está muy poco enfocado a la función que desempeñaremos en un futuro en la sociedad.
Pero sí he de decir que estudiar en la universidad, y sobretodo lo que estudio, es un de las mejores cosas que he hecho hasta el momento. De hecho, acabé estudiando Ciencias Políticas muy de casualidad, y no puedo estar más contenta de que finalmente fuera así. He aprendido muchísimo en los años que llevo, y ya voy por el tercero, casi más que en mis años de secundaria. Porque no solo enseñan la teoría de cada asignatura, sino que hay muchos profesores que te marcan. Me encanta cuando un profesor se abre a su alumnos y te cuenta todo lo que sabe, no solo de la teoría que te está explicando, sino de todo lo que va surgiendo a lo largo de la clase. Te hace reflexionar y obligarte a querer aprender más fuera de las aulas. En un solo cuatrimestre se le puede coger mucho cariño y aprecio a un profesor. Porque cuando ves el trato que tiene con el alumno y que lo que te está trasmitiendo te hace aprender y abrirte la mente en muchos aspectos, te encanta y te dan ganas de agradecérselo. 

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